No podía estar mejor protegida. La reina Hatshepsut descansaba en el tercer sótano del Museo Egipcio del Cairo. Su nombre significa "La primera entre las damas nobles" y fue nieta, hija y esposa de faraones. A la muerte de su padre, el gran Tutmosis I, tuvo que soportar que su hermanastro y marido subiera al trono. Cua ndo murió él, volvió a abrir una crisis sucesoria pues ella también trajo al mundo una niña y otro hermanastro fue el único candidato factible. Pero esta vez, la gran esposa real obtuvo la regencia y preparó un golpe de estado que la hizo lo suficientemente fuerte como para auto proclamarse faraón de las Dos Tierras y primogénita de Amón, asumiendo así todos los atributos masculinos de su cargo. Este curioso juego de intercambio de sexos que desconcertó a egiptólogos realzó su carácter divino. Recuerdo todavía en primero de BUP, el antiguo bachillerato, a mi profesora de historia, Celia, como nos hablaba de ella, y lo que me costó aprender a escribir su nombre...
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