lunes, 26 de febrero de 2007

Y mañana vuelta al trabajo

Hace seis meses quedaba tan lejos este momento que no quería creer que finalmente llegaría. Pero final e inevitablemente ha llegado, y mañana vuelta al trabajo. Cualquiera diría que no he trabajado hasta ahora!! y aunque me alegra volver a mi trabajo, ver a mis compañeros, volver a tener esa presión de los clientes (internos y externos)...me apena enormemente tener que separarme de mi hijo. Por más que sé que no va a estar mejor cuidado y atendido que con mis padres, que lo quieren con lo locura, el hecho de pensar que a mediodía de mañana tendré que despedirme de él y no verle hasta cuando vuelva de noche y él ya esté dormido inocente en su cuna me provoca una tristeza que me cuesta expresar en palabras.
Me doy cuenta de cuánto puede quererse a un hijo, de lo mucho que me transmiten sus miradas, su forma de cogerme el pelo, sus babaaaa, sus esfuerzos por permanecer sentado, sus quejidos, sus carcajadas... es como un enamoramiento eterno: Siento esas mariposas en el estómago cuando sé que llega el momento de la merienda, y sé que va a despertar en breve de su siesta y me va a mirar con esos ojitos grandes y traviesos, igual que hace cuando levanto las persianas de su habitación por la mañana. Siento ese cosquilleo escalofriante cuando se gira al oír mi voz y dibuja una amplia sonrisa que hace que sus mejillas se transformen en blanditos mofletes. Me parece maravilloso todo lo que hace, cada descubrimiento, cada nuevo sonido, cada nueva expresión en esa carita que se me antoja perfecta. Y como no, noto una inevitable angustia cuando sé que debo separarme de él, y no por no saber que él va a estar bien, sino por tener que alejarme de mi hombrecito.
Pero en fin, no vamos a vivir siempre pegados el uno al otro, y no tengo palabras para agradecer a mis padres que puedan cuidar de él. Y me fijo en como quiere a su papá, al que hace ya varios meses que, a excepción del fin de semana, ve sólo al anochecer y al que ya estira sus bracitos cuando le ve entrar por la puerta y a quien ya susurra cuando le habla por teléfono...

lunes, 19 de febrero de 2007

30 años

Pues sí, tal como suena, cumplo 30 años. La verdad, no siento gran diferencia a no ser que lo piense; físicamente he cambiado sí, pero respecto cuando? No lo paso mal al mirarme al espejo, no tengo arrugas y no tengo ni una sola cana, que no es poco! Mi vida... ha cambiado mucho en poco tiempo, y evidentemente, podría estar mucho mejor pero no puedo quejarme. Hace años me marqué los 30 como un fecha límite para aquellas cosas que ves que "los adultos" tienen o hacen. Y estoy orgullosa, porque un poco queriendo, un poco sin querer algunas de aquellas metas se han ido consiguiendo. Hace año y medio que me casé con un hombre tranquilo, un hombre enamorado de mi, un hombre que me hace feliz. Le quiero tanto que sería una cursilería ponerlo aquí! Y hace 5 meses me dio el mejor regalo, un niño precioso que nos hace sentirnos orgullosos de ser padres. Un poco obligados por las circunstancias, vivimos algo lejos de la gran ciudad , aunque no me arrepiento de la decisión. Tengo mis padres, a los que admiro, cerca y mi hermano a cuatro pasos.Y profesionalmente, siempre puede evolucionarse pero me respetan y aprecian allí donde trabajo.
Esto me lleva a pensar que ya soy mayor? Seguramente la respuesta es sí. Los niños hace tiempo que me tratan de usted, mis actores favoritos están llenos de canas, los grupos de música que me encantaban ya no cantan juntos, adoro pasar un sábado noche en el sofá viendo una película y disfruto preparando una comida....
Tal vez hecho de menos amigos que al final no lo han sido tanto, lo que me hace valorar sobremanera a todos aquellos que de un modo u otro están cerca de mi.
Y, a pesar de este vistazo atrás, lo mejor está por llegar. Siempre hay algo pendiente no? ya me entendeis. Seguiré disfrutando de lo bueno que tengo ahora, habré aprendido alguna cosita pero seguiré pensando que siempre me quedará algo por hacer: un libro por leer, algun sabor por probar, algún rincón que visitar, alguien a quien conocer, algun futuro que soñar, algún deseo por cumplir...

miércoles, 14 de febrero de 2007

Del día de San Valentín


Pues es cierto que no deja de ser un día comercial: flores a sesenta euros, chocolate a treinta y cinco, pasteles en forma de corazón, propuestas de viajes, hoteles y un largo etcétera que no vale la pena reproducir. Por no hablar de cómo los medios de comunicación insisten y recuerdan el dinero que nos gastamos un día como hoy, y como nuestra pareja estará esperando nuestro regalo, y de paso, nos crean la esperanza de que también recibiremos un detalle.... ¿quien eres si no tienes regalo el 14 de Febrero? Sobradas razones conocemos para evitar formar parte de la cadena siendo el último eslabón y cayendo en la tentación del consumismo, desde el miedo a caer en la cursilería hasta las tan pesadas razones económicas. Comentamos entre todos lo comercializado que está el evento, y nos repetimos hasta la saciedad la poca necesidad que tenemos de que externamente nos obliguen a celebrar algo que es íntimo y personal,..Y aun así, al final del día nos vemos con aquello que hemos o nos han regalado y si no es así, hasta podemos preguntarnos si realmente no hemos comprado nada por dejadez más que por convencimiento.

Pero... por qué no aprovechar una fecha, sea la que sea, y recordarnos cuánto nos importa o importamos a alguien?

A veces olvidamos que cualquier día es válido, incluido el de hoy, para decir te quiero. Y que el decirlo y el sentirlo está por encima que cualquier regalo material. Y lo más bonito del día de hoy, es tener a alguien que te lo susurre o que lo deje escrito para que los ojos lo lean, y el corazón lo sienta.

lunes, 12 de febrero de 2007


Cae como una losa, como un bloque de hielo, un peso inerte y te deja ahí,entre el vacío y el abismo, y parece que ya no conseguirás escapar. Estás atrapado entre el hielo y la vida. Y parece que no hay nadie, que no hay nada más, y de pronto entiendes por qué aquello y por qué esto y por qué lo de hace unos días...y las palabras retumban en el cabeza, y tu crees que seguramente sólo ganarás tiempo. Sobretodo, por que yo y por que a mi? y un miedo pavoroso al dolor.
Y de repente ves que aunque sientas que no eres ni un punto en el infinito hay gente cerca que también siente la losa sobre ellos, el miedo, la incertidumbre y el desconocimiento.
De pronto todo el mundo conoce a alguien, todo el mundo sabe de algo, de alguien , y en cambio a ti y a los tuyos les invade el no saber. Desconocer el qué, el cómo, el por qué y lo que va a pasar ahora.

Tras el desasosiego y la incertidumbre, la vida te da vida, y desde muy dentro te empuja, te sugiere la posibilidad que vale la pena luchar. Luchar por ti y por los demás.

Admiro a todos aquellos que tras anunciarles una grave enfermedad son ejemplo para los demás. No importa el nombre de la enfermedad, da igual si es cáncer o cualquier otra, admiro la voluntad por superarla. Admiro la fuerza que estas personas tienen y como la transmiten a los demás, como parece que no es nada. Ellas solo piden no estar solas, tener un hombro para cuando las fuerzas flaquean y a veces esto sólo cuesta tanto de dar. Admiro como quienes las padecen son capaces de enseñarte lo importante que es darle a las cosas su justo valor y como la brevedad de cualquier buen momento es suficiente para sonreir. Admiro como entienden la enfermadad como una guerra en la que se lucha, en que cualquier batalla ganada ha de tener importancia.
Entiendo como a veces parece que se dan pasos atrás y como parece entonces qué de nada ha servido ser valiente, comprendo la falta de empuje cuando vuelve a parecer que el miedo y el desconcierto arrasa con la esperanza.
Pero siempre resurgen, nunca las dejemos solas, pues aunque parezca que nos necesitan, somos nosotros los que las necesitamos.

viernes, 9 de febrero de 2007

La bellesa del detall



Avui, mirant esta petita flor, he pensat quanta bellesa hi ha amagada en petits racons. Fa dies que he estat observant com creixia, lentament, després d'un any sent només un petit i avorrit cactus verd. I m'he adonat de quant perfecta i bonica és.
Hi han tantes petites coses que ens poden meravellar, tantes, que ens hem acostumat a veure-les i hem perdut la capacitat de gaudir d'elles, han perdut la capacitat de sorprendre'ns.
Vivim ràpid, amb presses, ho volguem o no, és així i no podem fer-hi res... o si? podriem al menys parar-nos i saber veure allò que ens fan somriure i no ho disfrutem; un ocell que canta, ni que sigui al mitg de la gran ciutat, ens pot fer girar el cap, per què no parar-hi atenció? el seu cant té algo que hipnotitza, com ho fa el somriure d'un bebé, tan petit i indefens i amb els ulls oberts al món aprenent algo cada dia, cada moment. Els seus ulls sí veuen petits detalls, i el fan feliç... disfruta del sabó, saboreja cada nou aliment que prova... Hauriem de gaudir de les petites coses, adonar-nos de com ens donen vida; adonar-nos de com és d'agradable la sensació del calor a l'entrar a casa... Valorar el plaer d'un petó, de l'escuma de la cervesa sobre els llavis, de l'aigua de la dutxa quan cau sobre el nostre cos, gaudir del primer café del mati, de la sensacio de caminar sobre la sorra, de la tendresa que provoca el contacte de la pell...
La infinitat del detall ens pot fer viure.

miércoles, 7 de febrero de 2007


¿La vida és un joc? Potser sí...Lluitem per ésser lliures, diem que volem ser-ho i sempre atribuim als altres la nostra manca de llibertat, son els altres que no ens deixen pensar, que no ens deixen fer, que no ens deixen actuar. Però sovint quan gairebé sóm plenament lliures, nosaltres mateixos ens marquem les regles, els limits, les excuses. De fet, què entenem per llibertat? fer el que volem? si fessim realment el que volguessim ja seriem feliços? no crec. I aquestes regles, aquests limits, que altres ens marquen, que ens imposem nosaltres mateixos, i que imposem sense adonar-nos als altres fan que juguem a viure, i entendre-ho d'aquesta manera ho relativitza tot. Fins i tot en aquest joc hi han regles que ni tan sols sabem qui les va establir, ni perquè, i senzillament les seguim...
¿Què passa quan ens "saltem" allò que està marcat? es com fer trampes i és quan millor ho passem... Només quan hi han normes, quan hi han rituals, formes de fer, esquemes, només quan això existeix ens sentim segurs i sabem jugar. Quan no coneixem les regles del joc estem perduts. Això ens porta a pensar que només som peces?? Peces que es mouen soles? no...

martes, 6 de febrero de 2007

El triste y dulce olvido

No sabría decir qué estado de animo tenía cuando escribí lo que no deja de ser una reflexión sobre la impotencia ante la pérdida de alguien. Saliendo de la adolescencia como lo hacía tal vez pensaba en la muerte, hoy me doy cuenta que hay mucha gente de la que ya no sé nada, y que en cambio sigo recordando. Es el recuerdo quien las mantiene vivas en mi.


La mar está bañando mis pies, hartos ya de tanto andar. Tengo arena en los dedos, en los tobillos. El agua roza mis pies, pero está tal vez demasiado fría. Es pronto, la playa está desierta. Estoy sentado en la orilla, con las manos hundidas en la arena, la vista fija en el horizonte. El sol está empezando a invadir el mundo, pero a mi no me llegará ni un poco de su brillo. He pasado toda la noche como si fuera la más larga de mi vida, hasta podía seguir los movimientos de las estrellas. Intenté hablar con ellas, pero eran demasiadas preguntas para unos puntos de luz que no sabían transmitirme ni una ínfima parte de su claridad.

Ahora me gustaría que este amanecer irradiaría felicidad en mi, y que la mar fresca y transparente aliviara mi sufrimiento. Cuanto envidio aquel pescador que a lo lejos espera pacientemente a lo largo del día... a lo largo de la vida...
Pero esto aviva más el dolor que siento:
La muerte no deja pasar el transcurso dócil de la existencia. La dama de velo negro, tuvo envidia de tu suerte. Tengo los ojos húmedos, yo también lloro. No sé si por el sol o por la sal o porque estoy solo.
Sabes? Oí una vez que el nacer era un empezar a morir y que vivir era esperar a la muerte y hoy veo claramente que es cierto. Aunque ahora soy incapaz de ver nada ni de sentir nada excepto odio y envidia.

Odio por no poder cambiar tu destino, por no poder mejorar el mio. Odio por no poder luchar contra la sombra que me oprime, contra quien se lleva la vida.
Y envidia. Envidia de ella la muerte, pues escoge a quien quiere y cuando quiere; cómo y dónde quiere. Envidia de ella que te tiene y no me deja verte.
¿Dónde están aquellos días que de esperanzas e ilusiones vivíamos?
Todo queda en el olvido. En el triste y dulce olvido, que me permite recordarte hasta el final de mi destino.

A la meva mare


Quan tenia uns 17 o 18 anys vaig escriure una de les poques poesies que he escrit. De fet, qualsevol text és poesia...i, amb un estil completament lliure, els sentiments em venien al cap, en forma de paraules, intentant donar un petit homenatge a la meva mare, a qualsevol mare... ara que tinc tinc 11 anys més i acabo de tenir un fill aquestes paraules tenen un sentit afegit.





Matí d'hivern. Dolçor
del sol,
calor
del fred que s'acabava

Lluna d'estels. Coral
del mar,
final
del món que començava.

Ella em donà aixi el goig de l'existència.
Ella em feu sentir el plaer de la presència.
Plor, dolor.
Amor que ella traduí en vida, sofriment
que ella transformà en alegria.

Melangia de música que es tornà en al.leluia,
Boira de nit que morí amb l'or del mou dia.

Ella em regalà aquell dia,
sol que
no mor,
lluna que vivifica.
Suavitat, tendresa d'olor que envoltava
els llençols on jo dormia.

A ella els meus ulls primer miràren
A ella el meu primer somriure li oferí
car
ell est si belle que je lui ai dit
les premiers mots de ma vie...