Hace seis meses quedaba tan lejos este momento que no quería creer que finalmente llegaría. Pero final e inevitablemente ha llegado, y mañana vuelta al trabajo. Cualquiera diría que no he trabajado hasta ahora!! y aunque me alegra volver a mi trabajo, ver a mis compañeros, volver a tener esa presión de los clientes (internos y externos)...me apena enormemente tener que separarme de mi hijo. Por más que sé que no va a estar mejor cuidado y atendido que con mis padres, que lo quieren con lo locura, el hecho de pensar que a mediodía de mañana tendré que despedirme de él y no verle hasta cuando vuelva de noche y él ya esté dormido inocente en su cuna me provoca una tristeza que me cuesta expresar en palabras. Me doy cuenta de cuánto puede quererse a un hijo, de lo mucho que me transmiten sus miradas, su forma de cogerme el pelo, sus babaaaa , sus esfuerzos por permanecer sentado, sus quejidos, sus carcajadas... es como un enamoramiento eterno: Siento esas mariposas en el estómago cuando s...
Desde el 2007. Primero más personal, ahora más profesional.