Ir al contenido principal

Cae como una losa, como un bloque de hielo, un peso inerte y te deja ahí,entre el vacío y el abismo, y parece que ya no conseguirás escapar. Estás atrapado entre el hielo y la vida. Y parece que no hay nadie, que no hay nada más, y de pronto entiendes por qué aquello y por qué esto y por qué lo de hace unos días...y las palabras retumban en el cabeza, y tu crees que seguramente sólo ganarás tiempo. Sobretodo, por que yo y por que a mi? y un miedo pavoroso al dolor.
Y de repente ves que aunque sientas que no eres ni un punto en el infinito hay gente cerca que también siente la losa sobre ellos, el miedo, la incertidumbre y el desconocimiento.
De pronto todo el mundo conoce a alguien, todo el mundo sabe de algo, de alguien , y en cambio a ti y a los tuyos les invade el no saber. Desconocer el qué, el cómo, el por qué y lo que va a pasar ahora.

Tras el desasosiego y la incertidumbre, la vida te da vida, y desde muy dentro te empuja, te sugiere la posibilidad que vale la pena luchar. Luchar por ti y por los demás.

Admiro a todos aquellos que tras anunciarles una grave enfermedad son ejemplo para los demás. No importa el nombre de la enfermedad, da igual si es cáncer o cualquier otra, admiro la voluntad por superarla. Admiro la fuerza que estas personas tienen y como la transmiten a los demás, como parece que no es nada. Ellas solo piden no estar solas, tener un hombro para cuando las fuerzas flaquean y a veces esto sólo cuesta tanto de dar. Admiro como quienes las padecen son capaces de enseñarte lo importante que es darle a las cosas su justo valor y como la brevedad de cualquier buen momento es suficiente para sonreir. Admiro como entienden la enfermadad como una guerra en la que se lucha, en que cualquier batalla ganada ha de tener importancia.
Entiendo como a veces parece que se dan pasos atrás y como parece entonces qué de nada ha servido ser valiente, comprendo la falta de empuje cuando vuelve a parecer que el miedo y el desconcierto arrasa con la esperanza.
Pero siempre resurgen, nunca las dejemos solas, pues aunque parezca que nos necesitan, somos nosotros los que las necesitamos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crisi... sí

Soc una persona positiva. Els que me coneixen ho saben i els que no ho deuen haver notat per la majoria de posts que escric. Porto uns dies evitant escriure aquest post, però no me sento gens positiva. I sento que és algo que es respira, que es palpa a poc que parlis amb qui tens al costat. Evito escriure'l per què no m'agrada escriure de política aquí i evitaré el fer-ho, tot i així, trobo que la situació que estem visquent em desborda i potser no només ho veig jo així. Són massa coses les que es van acumulant i fan que el que potser em semblava una mena de petita "histèria col·lectiva" ho comenci a trobar greu. La vaga de transportistes està sent només la punta d'un iceberg, i les seves conseqüencies són importants. No criticaré mai a ningú que fassi vaga per lluitar per algo, el que no acabo d'entendre és aquesta necessitat de perdoneu l'expressió "putejar" als altres. Que ens quedem sense benzina els que cada dia hem d'anar a treballar en...

La ‘generación pandemia’ comienza la escuela: a qué debemos estar atentos

La ‘generación pandemia’ comienza la escuela: a qué debemos estar atentos New Africa/Shutterstock Sylvie Pérez Lima , UOC - Universitat Oberta de Catalunya La vuelta al cole de septiembre del 2020, y el curso 2020–2021, estuvieron marcados por los termómetros, las mascarillas, los grupos burbuja, medidas estrictas para las entradas y las salidas, recorridos marcados dentro de los centros educativos, ausencia de salidas y excursiones, y distancias de seguridad en todo y para todo. Una situación que, aunque fue algo más tranquila el curso 2021–2022, supuso un gran esfuerzo para toda la comunidad educativa. Han pasado ya (o sólo) tres años, y parece que el nuevo curso iniciado en septiembre se asemeja a los anteriores a la pandemia. Pero hay algo diferente: inicia su escolarización la “generación pandemia”, los niños y niñas nacidos durante el confinamiento. Cómo ha afectado a los más pequeños Hemos podido observar a lo largo de...

La gestió de l'alumnat amb trastorn de conducta i/o conductes disruptives

No hi ha dubte que l'alumne que ens diu que no, que ens fa sorolls, que ens contesta, que parla quan no hauria de fer-ho, el que ens sembla que ens desafia, el que troba allò que precisament ens farà alterar la gestió de l'aula, el que sembla que no vol aprendre, que ens molesta... és l'alumne que ens suposa un major repte com a docents a les aules. L'anomenat alumne disruptiu és el que ens posa a prova sovint, però aquell amb un reconeixement NEE o diagnòstic de Trastorn de Conducta ens situa sovint davant la sensació que no aconseguirem que aprengui, i ens farà qüestionar-nos si ho fem bé si hi reflexionem, però també ens podrà portar a dir que simplement, no hi ha res a fer amb ell. I tirar la tovallola. Abocant llavors  l'alumne a l'expulsió permanent, i a poques solucions que acabin conduint a l'èxit educatiu i l'evitació de l'abandonament escolar.  Sense tenir receptes vàlides per tothom ni varetes màgiques que ho solucionen tot, us p...