Que es mi barco, mi tesoro,
que es mi dios, la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi unica patria el mar
que es mi dios, la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi unica patria el mar
Todos de pequeños hemos aprendido estos 4 versos junto con el inicio de La Canción del Pirata , de Espronceda, sus famosos " Con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela... ". Espronceda escribió en el momento más esplendoroso del Romanticismo: rechazo a la razón y las reglas del Neoclasicismo, valorar los sentimientos, las pasiones, la intimidad.. una época de exaltación del amor y un huir de la realidad imaginando mundos fántasiticos y creando héroes de seres marginales. Héroes que rechazan las normas socialmente impuestas, rebeldes y aspirando a la máxima libertad. La elección del pirata pues no es casual, y en toda la Canción se denota la admiración del poeta por él. Tal vez por que las épocas literarias dejan su herencia y condicionan en cierta medida la percepción que posteriormente se tienen de algunos personajes y lugares, la piratería vista desde nuestros tiempos siempre ha tenido esa áurea romantica.
La Piratería ha debido existir desde que se ha navegado y grandes piratas y corsarios han ocupado la Historia y todos los Mares: Griegos, Romanos, Egipcios, Vikingos, Ingleses, de las Indias, del Caribe...Barba Roja, Francis Drake, son auténticos piratas pero la ficción como comentaba al principio se ha encargado de darnos auténticos héroes: desde el reciente Jack Sparrow o el Capitan Barbossa o al legendario Sandokan sin olvidar los pesonajes de la Isla del Tesoro y su clásico Ron, ron...
Esta noche una de las noticias es la liberación en Somalia del pesquero español con 26 tripulantes, secuestrado desde hace una semana a cambio ( al parecer ) de 1.200.000,00 dolares. Y con la noticia, todo el romanticismo del pirata se ha venido abajo. La Realidad se aparece en mayusculas. Y aunque luchen para combatirla, la piratería no desaparecerá, y para mi, ha perdido el encanto que tenía en la imaginación..