jueves, 26 de julio de 2007

El gato que predice la muerte

Acabo de leer en El Mundo , en su edición digital de hoy, que en la tercera planta del geriátrico Rhode Island, de Estados Unidos, vive un gato, el Gato Oscar, que predice la muerte. Indican que según lo publicado en la revista "The New England Journal of Medicine" si el Gato Oscar visita a uno de los pacientes que allí están con demencia en fase terminal, con certeza morirá. Y al parecer es tanto así, que cuando los miembros de la plantilla le ven acompañar a uno de los enfermos avisan ya a los familiares. De hecho, dicen que a pesar del escepticismo que se ha generado, ha predicho ya la muerte de al menos 25 personas, eso que recuerden claro, pues no recuerdan el primer caso, pero sí que hace año y medio que esto viene ocurriendo.
Esto me parece como poco, aterrador. Ya de por sí los gatos me parecen seres entre misteriosos y tenebrosos , me imagino ver entrar al gato de la muerte en mi habitación no sé si saldría corriendo o lo echaría de malas maneras. En cualquier caso, dice la noticia que desde que se percataron de las capacidades sobrenaturales del gato el personal "ha vigilado de cerca sus actividades relacionadas con la predicción" y según el médico que escribió el articulo su explicación es que los gatos pueden sentir, en el sentido más esotérico de la palabra, cosas que los humanos no podemos percibir. Y la verdad, no soy nada escéptica en estos temas, estoy segura que hay mucho que no entendemos y que no conocemos y por si acaso, mejor no darle vueltas al tema.... De hecho, una profesora que atiende a los pacientes del centro geriátrico se inclina más por pensar que hay tal vez una explicación química que no lleguemos a entender. Seguramente será eso... pero digo yo: qué peligroso me resulta pensar que quienes atienden a los ancianos en fase terminal de la mencionada residencia, asocien, como si de causa-efecto se tratara, la visita del gato al fallecimiento del visitado.
Tal vez empezó por casualidad, tal vez sí estaba el gato un par de veces en la habitación antes de que muriera el paciente, y tal vez a la casualidad se le asignó estatus de causalidad. E iría más lejos aún. Existe lo que los psicólogos llamamos Profecía de Autocumplimiento: las expectativas que tenemos sobre algo o alguien pueden distorsionar la percepción en la medida en que vemos lo que esperamos ver, o incluso creamos las condiciones para que acabe ocurriendo lo que esperamos que va a pasar. Esto quiere decir que los que trabajan en ese centro geriátrico están tan convencidos que el gato predice la muerte que acaban atribuyéndole esas propiedades y propician que aparezca en las habitaciones de aquellos más frágiles... o peor aun, cuando ven al Gato Oscar en una habitación están tan seguros que el paciente va a morir que inconscientemente acaban propiciando que ello ocurra. Totalmente inquietante...

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